Steffi Love es una muñeca con un montón de recursos y poderío, ¡no tiene nada qué envidiar a nadie! La buena de Steffi es y ha sido todo lo que ha querido ser en la vida, ¡y no todo el mundo puede decir eso!
Steffi Love siempre sorprende
A veces, todos tenemos ganas de escapar. Y eso le pasa también a Steffi, que ya ha viajado a un montón de sitios. Para ella, es tan fácil como sacar del garaje su coche de playa o su scooter. ¡Así da gusto! Con un vehículo así de molón, puedes ir dónde quieras en un santiamén. ¡Y sin perder el glamour en ningún momento!
Pero se ve que, en una de estas ocasiones, Steffi Love debió zambullirse en una playa mágica… ¡Y se transformó en Steffi Sirena! Y no en una cualquiera, sino en la más fashion del océano. Con su larga melena de colores, Steffi Sirena Arcoris también encandila a todas las criaturas del mar y de la tierra.
Más tarde, y por cosas que tiene la vida, nuestra amiga Steffi Love se quedó Embarazada. Pero claro, lo hace con mucho estilo, como es habitual en ella. Además, gracias a su innovador mecanismo de apertura de tripita, puede tener a su bebé en un momento y volver a su tripita plana en segundos. ¡Así de fácil (y ojalá también lo fuera en la vida real!)
Y claro, una vez has sido madre hay que cuidar al bebé, para que no le falte de nada en la vida. Tienes que montar la Habitación del Bebé o sacarle a pasear en el Baby Car.
Y como los peques no se mantiene solos, hay que reciclarse y dedicarse a lo que sea necesario. Suerte que Steffi también es muy inteligente y puede dedicarse a un gran rango de profesiones: pediatra, dentista, profesora de equitación…
Pero Steffi Love siempre dispone de la ayuda de su hermanita pequeña Evi Love. Además, siempre se puede sacar un hueco para coger los automóviles y escapar con el bebé dónde quieran. ¡No se puede decir que tenga una vida aburrida!
En Simba, tenemos una Steffi Love para cada ocasión, ¡cada cual con su personalidad y estilo! Así que ya sabes: busca la que mejor se adapte, ¡y sigue mirando en nuestro blog, que las sorpresas nunca acaban!
