Poco podemos decir ya sobre Masha y el Oso. ¿Quién no los conoce a estas alturas? En solo unos años, ya han conquistado el mundo con sus aventuras y travesuras. Pero, como todas las buenas historias, los personajes empiezan siendo pequeñitos… ¡para luego hacerse más grandes! ¿Nos acompañas?
En principio, Masha y Oso eran muy chiquititos: figuritas que apenas medían unos cm. Por eso, necesitaban un refugio en el que estar cómodos, como la Casita de Oso. Gran elección, ¡tiene todo lo necesario para pasar todo un invierno en Rusia!
Poco a poco, nuestros amigos fueron prosperando. Hasta que Oso pudo permitirse otra casa, ¡aún más grande y espectacular! La Gran Casa del Oso tiene dos plantas y un montón de zonas para divertirse, este hogar es un lujo del que pocos pueden presumir. ¡Quién fuese oso!
Quién creciera en tan poco tiempo como Masha y el Oso
En muy poquito tiempo, Masha creció hasta llegar a los 12 cm, y Oso hasta los 25. Masha no solo se hizo mayor, sino que se volvió más versátil. De repente, organizaba carreras en triciclo. Era capaz de disfrazarse con los modelos más originales. ¡Y hasta tocaba la guitarra como una rock star!
Pero Oso no se quedaba atrás: creció hasta los 23 cm, su pelo creció, ¡y su presencia se hizo incluso más imponente! Aunque a simple vista parezca más fiero, sigue siendo tan bonachón como siempre.
Pero, ¡vamos más allá! Seguramente por acumular risas y sabiduría, Masha llegó a crecer hasta los 40 cm, y Oso llegó a los 38. ¡Qué grandotes! Ya estamos hablando de unas proporciones con las que se convierten en los reyes de la casa. ¡Casi parecen los auténticos personajes de los dibus! Porque en el mundo mágico de Masha y el Oso, ¡todo es posible!
En Simba, estamos orgullosos de tener a los entrañables Masha y Oso entre nuestra familia. ¡No podemos tenerles más cariño! Nos encanta saber que colaboramos en la felicidad de los peques de la casa, ¡y esperamos que siga sí durante años! Si quieres saber más sobre otros personajes mágicos, ¡echa un vistazo a nuestro blog!
