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Boing Boing

Hoy vamos a hablaros de uno de nuestros juguetes favoritos: Boing Boing, ¡la masa que bota! No es una pelota ni tampoco plastilina, pero bota y se estira como si fuera ambas cosas. Boing Boing une las capacidades de estos dos juguetes y le suma mucha más diversión.

Boing Boing son pequeñas bolas de silicona que pueden deformarse y estirarse, de manera que pueden crearse con ellas las formas que se quieran: corazones, estrellas, muñecos… Sólo es necesario amasarlas con las manos.

Disponibles en nueve colores diferentes, pueden unirse varias Boing Boing de diferentes tonalidades para formar un nuevo color. Y todo ello sin peligro de mancharse.

Además de los pigmentos lisos que hay disponibles: verdes, azul, rojo y amarillo, Boing Boing cuenta con dos colores metalizados: plateado y dorado, dos que brillan en la oscuridad: amarillo y verde, e, incluso, algunas que tienen la propiedad de cambiar de tono al subir la temperatura y pasar, por ejemplo, del morado a rosa.

Se trata por lo tanto de un juego perfecto para coleccionar. Además, los colores son sorpresa, de manera que la emoción hasta ver cuál te toca siempre está presente.

La diversión no acaba con esto. Gracias al material viscoelástico con el que está elaborado, al adoptar una forma redondeada, Boing Boing bota como si fuera una pelota. Algo nunca visto en una masa como ésta.

Boing Boing mantiene además la forma que se le dé sin perder sus propiedades, y el color tampoco se altera al amasarse.

Todas las masas Boing Boing vienen en una pequeña bola azul perfecta para que puedan guardarse luego, facilitando así su transporte.

¿Quieres divertirte con Boing Boing?

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