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Boing Boing, la masa que bota

Una masa moldeable, una pelota que se estira, un juguete muy divertido… Todo eso y mucho más es Boing Boing, la masa que bota. Pero, ¿quieres saber qué utilidad tiene además de poder convertirse en el juguete favorito de los peques? Aquí te lo contamos.

Con Boing Boing, la masa que bota, podemos ayudar a los más pequeños a desarrollar su sentido del tacto. Y es que este singular juguete tiene una textura que llamará la atención de todo el que la toque. A simple vista puede parecer una especie de plastilina, pero Boing Boing, la masa que bota, es mucho más correosa. Está elaborada con material viscoelástico, así que podrás estirarla cuanto quieras sin que se rompa. ¡Parece un chicle!

Además, la propiedad más llamativa de este juguete es que bota y salta sin parar. Sólo hay que darle forma redondeada para que Boing Boing, la masa que bota, se comporte como una auténtica pelota.

Estirar, encoger, amasar o darle mil y una formas a nuestra Boing Boing, la masa que bota, son actividades que desarrollarán el sentido del tacto de los más pequeños. Así descubrirán una nueva textura que seguro que les gusta.

Junto a los cambios de forma, con Boing Boing, la masa que bota, los peques también podrán experimentar cómo un objeto puede cambiar de color. ¿Sabes cómo hacerlo? Sólo tienes que tener un poco de suerte para conseguir, en alguno de los sobres sorpresa en los que se esconden, las masas botadoras que brillan en la oscuridad o la que cambia de color con los cambios de temperatura. ¡Será una experiencia muy divertida!

Por último, Boing Boing, la masa que bota, será un juguete que ayudará a los más pequeños a conocer los colores. Recuerda que cada pequeña bolita azul con el logo de Boing esconde una masa de un color diferente: Amarillo, rojo, verde, azul, lila-rosa, plateado y dorado.

¡La diversión y el aprendizaje con Boing Boing, la masa que bota, están asegurados!

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